El nombre “El Principio de Ana Karenina”, tiene que ver con la idea de familia, con aquello qué te hace ser pareja, familia, cómo se conforman las rutinas, cómo se comparten dos mundos de hábitos y costumbres en una misma casa.
Algunos me dijeron que familia sólo era cuando había niños, no lo creo, yo compartí con una en que había sólo dos y para mí eran una familia y estas son sus fotos.
El protagonista de este proyecto (PP) es un viejo amigo, de muchos años a quien le tenia la confianza suficiente como para pedirle que me dejara entrar en su casa. Lo particular de él, era su Instagram con un perfil muy definido y con 15 mil seguidores, por lo que el proyecto se concibió con la intención de mostrar a la persona detrás del personaje de RRSS. Algo así como la no selphy, aquella foto donde el control de la imagen ya no le pertenece.
Para contextualizar un poco más, hay que añadir que, si bien mi amigo PP vivía hace un buen tiempo con su pareja, pocas semanas antes de comenzar el proyecto se habían casado, con ceremonia, fiesta, vals y todo.
Con los años aprendí que los planes siempre tienen vida propia y que el control es una ilusión, por lo que llegué el primer día sin otra idea que lo que acabo de explicar y, por lo tanto abierta a lo que observara en nuestra primera sesión.
Recuerdo que ese día barrí su casa con fotos, todos los objetos eran increíbles, diferentes y entretenidos y, por supuesto, no paramos de hablar y conversar y ponernos al día.
intentar fotografiar la intimidad no es hacer un Retrato, es difícil para el fotógrafo aficionado y para el modelo, me costó un mundo lograr que no fueran tan consientes de la cámara y mi presencia, pero lo fundamental del proceso fue el darse cuenta que el resultado de todo esto sería completamente diferente a mi idea original.
los visité muy temprano antes del desayuno, los molesté en la tarde después del trabajo, los acompañé a pasear a sus perritas y también de nuevo en la mañana y otra vez en la noche, los interrumpí un domingo en la tarde, los acosé un buen rato en la marcha del orgullo a ellos y a sus amigos. De verdad fueron muy generosos conmigo.
Por qué escribo estos detalles? Porque siento que era importante que ellos supieran lo mucho que aprecio su cariño y también porque todo este proyecto, independiente del resultado final de las fotos, me sorprendió y enseñó muchísimo.
Aprendí que hacerse invisible para lograr “la foto” es un ejercicio bien inexplicable, es una pelea con el ego, se trata de soltarlo, silenciarlo y sólo estar ahí en modo presente. Es dejar de ser consciente de uno mismo y fundirse con el paisaje y ahí en ese instante quizas en un segundo iluminado tu cámara capte al otro. Es algo así como vaciarse de todas tus ideas e imágenes y mirar de verdad.
El tiempo y la distancia me permitirán decir luego si las imágenes resultantes lograron el objetivo final. Sé que producen curiosidad a algunos por el tipo de pareja que son, pero a mí no. De verdad que no. Después de tanta observación, conversa, cariño y muuucha comida, recordé porque después de tantos años éramos amigos y que nunca fue una mera casualidad.
https://www.instagram.com/el_principio_de_ana_karenina/?hl=es
Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera
Leon Tolstoi «ana Karenina»